Pero la buena noticia es que las pastillas de freno no se desgastan de repente, por lo que el aumento del recorrido del pedal será gradual. Si esta señal de alarma se advierte a tiempo, no ocurrirá nada terrible: bastará con sustituir las pastillas y restablecer la funcionalidad del mecanismo de su autopropulsión. Una señal segura de desgaste crítico de las pastillas es que los frenos se accionen sólo con la segunda presión del pedal. La primera puede no ser suficiente para bombear todo el líquido necesario, y las pastillas se presionan contra el tambor sólo con la segunda «bomba» de líquido. Pero al mismo tiempo el pedal no cae más al suelo. Si lo hace, lo más probable es que el problema esté en el cilindro maestro del freno y no en el desgaste de las pastillas.
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En general, está en manos del propietario asegurarse de que nunca se encuentre con un fallo del pedal de freno. Para ser más precisos, está obligado a evitar tal situación: no se requiere nada supercomplicado para este fin, y no sólo es ilegal, sino también inmoral organizar situaciones potencialmente peligrosas en la carretera.
En primer lugar, las pastillas de freno deben cambiarse a tiempo. Cuanto más se empuja hacia fuera el pistón de la pinza debido al desgaste de las pastillas, más probable es que se atasque debido al riesgo de corrosión y a la tensión de las juntas de goma. Cuando se sustituyen las pastillas, las pinzas pueden revisarse al mismo tiempo, si se considera necesario.