Al final del festival, pudo mejorar su propio resultado con 214,756 mph o 345,616 km/h. En otras palabras, el nuevo récord estaba literalmente al alcance de la mano, o mejor dicho, del pie en el pedal del acelerador. Unos días más tarde, el 19 de agosto de 2021, se produjo el milagro: el Octavia récord con Meaden al volante fue capaz de alcanzar 227,08 mph (365 km/h).
Sin embargo, aquí no hubo magia: el deseo de un entusiasta multiplicado por el potencial técnico es la clave del éxito. Y la suerte en ausencia de viento en contra, por supuesto.
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Curiosamente, en el décimo aniversario del récord, el coche fue puesto a punto y equipado con ruedas y neumáticos de serie, lo que le permitió aparecer en las carreteras públicas.