Hogar Auto Aire fresco: cómo el filtro de habitáculo se convirtió en una opción de serie

Aire fresco: cómo el filtro de habitáculo se convirtió en una opción de serie

por Elizabeth Ascencio

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Según la empresa alemana Freudenberg, la idea de utilizar un filtro fue sugerida por primera vez por el conductor de uno de los miembros de su consejo de administración, que se dio cuenta de que su ropa se ensuciaba con el aire que entraba en la cabina. Para ello, se utilizó un trozo de tela no tejida de la empresa para bloquear la entrada de aire al sistema de ventilación. La solución original llamó la atención de los directivos de la empresa y, como resultado, el laboratorio de la compañía creó el material filtrante Viledon, que entró en el mercado industrial en 1957. Sin embargo, su ámbito de aplicación se limitaba a los sistemas de limpieza de las fábricas.

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El uso de filtros de habitáculo no volvió hasta 1979, cuando se lanzó el nuevo modelo SAAB 9000. Pero incluso éste siguió siendo un fenómeno aislado, ya que el elemento filtrante era muy grueso y sólo retenía grandes partículas de polvo, y la sola idea de su presencia en el coche no era apreciada ni por los propietarios ni por el personal de servicio.

Pasaron otros 10 años antes de que se decidiera instalar el filtro de habitáculo en el Mercedes-Benz Clase S. La tarea de preparar el material del filtro se encomendó al mismísimo Freudenberg. El plazo era breve: el nuevo material debía desarrollarse y adaptarse al coche en sólo seis meses.

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