La batería alimenta todos los dispositivos eléctricos del coche, desde el sistema multimedia y el aire acondicionado hasta los faros y el ordenador de a bordo. Cuando la batería está completamente descargada, el coche no arranca. Y para devolverlo a la vida, tendrás que buscar un encendedor que dé corriente.
Publicidad
Pero la batería no suele descargarse de repente. Hay señales que indican que la batería está a punto de agotarse:
los faros, las luces interiores y las luces del salpicadero brillan de forma irregular, como si parpadearan ligeramente;
el motor no arranca ni media vuelta, sino que se cala;
se enciende el icono de fallo de la batería en el salpicadero.
Si el vehículo recorre distancias cortas con una carga elevada en la red eléctrica, la batería se descarga más rápidamente y no tiene tiempo de recargarse. Para recargarla es necesario realizar trayectos largos, preferiblemente por autopista.
Por lo tanto, si se recorren distancias largas con poca frecuencia, es mejor cambiar la batería al cabo de unos años, cuando aparezcan los primeros signos de descarga o mal funcionamiento.